Dos historias [no están cagadas]

Primera [en un universo paralelo al nuestro]

Corría el año 2030, y México había pasado de ser un país en guerra contra el narcotráfico en un país en ruinas… No más estado de derecho [tampoco es que hubiera gran cosa], no más orden, solo caos para donde sea que voltearas. Apocalipsis.

Por si les interesa saberlo, el gobierno había perdido la guerra y ya no existía tal cosa [ni guerra, ni gobierno]. No se sabía en quien confiar ni a quien recurrir… Justo cuando todo parecía perdido apareció alguien que decían que tenía la capacidad de ayudar a la gente, de salvarla. Se decía que ella militó en cuanto organismo paramilitar o terrorista existió en América latina, además de eso, en la peor parte de la guerra se unió a las fuerzas policiales para acabar con todo de una vez. Aunque después de poco tiempo regreso al bando del enemigo.

Hoy en día, año 2132, poco se sabe de quien fue o de que fue lo que hizo… Pero nadie nunca olvidará su discurso cuando se autoproclamó como la Primera Presidente de México, sobre todo lo que dijo al final:

Y mi primer acto como la Primera Presidente de los Estados Mexicanos, por que de unidos no queda nada, será la legalización de eso que nos trajo hasta aquí. Fumen, inhalen y echen su vida a perder como mejor les parezca.

Pocas personas podían creer que era lo que estaba sucediendo mientras veían en cadena internacional la autoproclamación de esta misteriosa mujer.

Segunda [en un universo paralelo al anterior, sin ser el nuestro]

Esto sucedió hace mucho tiempo, pero no por ello deja de ser verdad. Antes de este día se podía pensar en tener privacidad, hoy no. Ya no existen los reporteros, pero hay cámaras en todas las calles, las casas, las tiendas, en todos lados ellos están viendo tus movimientos.

Ya no existen los reporteros, pero no hay necesidad de ellos tenemos uno en cada esquina, en cada casa hay alguien que te observa y sabe lo que haces en todo momento, seguro se preguntan ¿Por qué es así? Pues la verdad parece que han vivido en coma los últimos años.

La prensa se hizo del control a nivel nacional, creando así un órgano de gobierno que tenía facultades suficientes para hacer lo que le viniera en gana, y eso hacía. Con el pretexto de la seguridad pública pusieron cámaras en todos lados, pero en realidad serían usadas para observar a las personas y ridiculizarlas, chantajearlas, extorsionarlas y divertirse con ellas como si fueran peones en un juego de ajedrez.

Al poco tiempo un conjunto de personas, hartas de los desplantes de la prensa, optaron por acabar con todo de una buena vez.

[Años, balas y sangre más tarde]

Se encontraban los sobrevivientes del movimiento en contra de la prensa reunidos, ahora como consejo de estado [así decidieron llamarse, con minúsculas] viendo que hueso tendrían cada quien:

-Solamente falta una cosa caballeros. Se hizo un silencio sepulcral al terminar esta oración. –Necesitamos saber quien será el encargado de prensa y comunicaciones.

Es todo lo que se sabe del consejo de estado a la fecha.

Ya estoy perdiendo mi calidad de escritor serio, chales… Alguien dígame cómo hacerle para volver a ser chingón [490].