Ocurrencias del otro día

¿Se acuerdan que les dije que a lo mejor me publican un artículo? Pues todavía no me dicen [490], así que tendremos que esperar a que me digan que onda. Mientras escribía las notas de esa cosa se me ocurrió poner ahí mi concepción del origen del “gobierno” [gobierno como estado, no del gobierno que tenemos en el país].

Bueno, me imagino que esto va a ser un post corto porque voy a ir directo al grano. Yo en algún momento incluso pensé en afiliarme a las juventudes comunistas, pero la neta es que ya no, ya vi que todo lo que huela a “Partido Político” huele muy feo, ese no es el punto.

Pues que se me ocurre empezar a hablar sobre la legitimidad de nuestros líderes, y de ahí salió todo [el artículo NO habla de eso]. ¿Qué hace el gobierno? No es lo mismo a ¿Qué debería hacer el gobierno? Sé por conocimiento de causa que muchas personas dentro del gobierno hacen lo que les toca y lo hacen bien, pero en general ¿qué hacen? La mala fama no es de gratis, se llenan los bolsillos, las carteras, las cuentas, etc.

No sé porque me imagino a unos “empresarios” cavernícolas que vendían lanzas o herramientas a cambio de otras iguales o por comida en su junta planeando cómo sacar más cosas de esas, y se les ocurre que si ellos se hacen los jefes de la comunidad pueden cobrarles por protección contra los dientes de sable… ¡TARÁN! un gobierno, hacen lo mismo que una sociedad solidaria hacía antes de ellos y cobran por ello, con la invención del dinero la cosa no cambia mucho, ahora no piden lanzas, herramientas ni comida, piden dinero.

Bueno, ya es todo, esa es la idea que tengo. Hace falta pulirla y ponerle un interminable número de citas de autores que digan lo mismo para que me tomen en serio [me voy porque tengo más cervezas que beber, Mr. Hígado y Mrs. Riñones discúlpenme].