Épico retorno [ya había usado el título de “Regreso épico” (490)]

Les dije que les platicaría sobre los porros de canela, y eso haré. Pero antes va un pequeño proemio sobre las malas amistades y lo buenas que pueden ser.

Ahí mismo en la escuela de pocos alumnos donde estaba había otro tipo aparte del borracho, ese wey tenía a su hermano un año arriba y la neta eran la mamada. Vivían cerca de mi casa, eran buen pedo y era un vago de primera categoría. Gracias a personas como ese wey y su carnal es que se me quito lo pendejo.

Podemos decir que en gran medida me la vivía en su casa los sábados en la mañana cuando no tenía nada que hacer, hacíamos un chingo de pendejadas y por lo general cuando llegaba estaba toda la familia jetona y yo llegaba a levantarlos a todos, eso era ser patrón y no mamadas.

Un día a ese wey le entró la ansia por hacer maldades en su casa [nada raro] y pues así fue, no tenía tabaco ni cigarros así que se fue a la cocina, sacó canela [así como la ven en la imagen] y una tomo una hoja de su cuaderno la partió en un pedazo largo y no muy ancho trozo la canela y la envolvió en el pedazo de hoja y quedó así:

Pero sin la mano de ruco 

Y en eso que le digo al cabrón [YO/ÉL]:

No mames wey jaja parece que te las andas tronando

Pendejo, sabe bien rico hazte uno

No wey, tengo dignidad

Tu te lo pierdes *le da una fuerte calada al porro*

*Corre a hacerse un porro*

Y esa fue la historia, después era nada más ir a su casa porque sabía que ahí nos procuraríamos cervezas [2 six para 3 o 4 personas], porros de canela y buena música [Ska-P, Boikot y Soziedad Alkoholika, entre otros].

En esa casa se aprendían más cosas que en la escuela, por lo general era solamente hablar mal del gobierno [que ni entendíamos pero sabíamos que estaba mal] y de que si la política estaba más sucia que la pantalla de su computadora [que por lo general solía ser más sucia que la pantalla] y demás cosas que no acabe de comprender hasta, relativamente, hace poco tiempo.

Lo más padre era que en sus delirios de chingoneidad [que el decía que tenía, yo decía que eran de pendejez] se le ocurrió que estaría perrón llevarse los porros a la escuela y chingárselos en el recreo, por eso y un “incidente” en una salida de la escuela en la que tuvimos que tirar por el caño [literalmente] los encendedores y los porros [ya que cada uno llevaba fácil unos 15] corrió un rumor entre los profesores que involucraba a ese tipo con marihuana [y a mi también me toco el rumor, pero me cuesta aceptarlo (490)]. Afortunadamente el problema se solucionó como las cosas se arreglaban en esa escuela…

Nos daban una calentadita, luego nos llevaban con la directora o director [ni me acuerdo] y este tenía una luz enorme atrás que te impedía ver su cara, te amarraban a la silla y te hacían confesar crímenes escolares de los que no tenías conocimiento [YO/DIRECTOR(A)]:

¡¿¡¿Hace cuánto que escondiste la revista del Charro Loco arriba de los baños?!?!

Yo no sé que es eso… ¿de qué me habla?

¡¡Confiesa!!

¡¡BUUUUAAAAAA!! *llora de miedo*

Valla eso era lo normal, excepcionalmente te amenazaban con llamar a tu casa y suspenderte si no les decías quién tenía los porros y ahí es donde se ponía en práctica todo lo discutido sobre el tema de “La Autoridad” [YO/PROFESOR]

Ahora si ¿me vas a decir quién los trajo a la escuela?

¿De qué me habla?

No te hagas, ¿quién trajo los porros?

La verdad no sé, y si supiera no le diría

¿Crees que defender a tus amigos te traerá algo en la vida?

No sé, pero vamos a averiguar

Me puse en ese plan con el profe por dos razones:

1. Ya sabía quienes eran los de los porros y sabía que eran de canela.
2. Ya nos conocía y sabía que entre nosotros no nos íbamos a delatar.

Y esa fue la historia de los porros de canela, ¿mi opinión? ¡¡SON DELICIOSOS!! y más baratos que los tabacos tradicionales.