A veces me dan ganas de escribir pendejadas, y para eso tenía un cuaderno blanco con pastas rojas/cafés gracias a la sangre de mis enemigos. Nadie sabía que existía ese cuaderno, solo yo y eso lo hacia genial, era como tener una ventaja intelectual sobre los demás, porque sabes algo que ellos no se imaginan.
La cosa esta así, con el tiempo me dejo de llenar escribir mis pendejadas que nadie leía y saque un blog, que cerré hace mucho. Ahora me dan ganas de escribir justamente en otro blog [que es este] y como nadie va a pelar esta clase de entradas, las acomodare entre las entradas viejas [porque soy una verga (490)].
Por hoy termino con esta pendejada y a ver si en próximos días subo otra, no la esperen se que no la leerán [490].
0 haraganes gritando:
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